No lo intentes, solo hazlo.

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Cuando sobrepensar una decisión te hace perder en un mundo cambiante

Fecha: 23-04-2024

En un entorno empresarial complejo, incierto y frágil, gobernado por la ansiedad, incertidumbre y la dificultad para llegar a conclusiones lineales; la capacidad de tomar decisiones rápidas y efectivas es un diferenciador clave para los líderes y equipos de alto desempeño. Sin embargo, muchos se ven atrapados en la procrastinación, posponiendo decisiones críticas por diversas razones.

¿Por qué procrastinamos?

Este fenómeno se manifiesta cuando posponemos decisiones estratégicas, delegación de responsabilidades o implementación de planes clave. El miedo al fracaso, la falta de motivación, el perfeccionismo, la sobrecarga de trabajo y la falta de claridad en los objetivos son algunas de las causas comunes que nos hacen patear la pelota para adelante o peor tirarla afuera.

Superar la procrastinación

Para vencerla, es vital establecer metas claras y realistas, mantener el máximo foco posible evitando el multitasking, y maximizando la capacidad para hacer foco, utilizar técnicas de gestión del tiempo como la técnica Pomodoro, priorizar tareas y eliminar distracciones. En el camino debemos crear hábitos y a veces usando micro hábitos que nos permitan por un lado adaptarnos todo el tiempo y por otro afianzarnos en nuevas competencias necesarias, en función de nuestros desafíos. De esto hablaremos en posteriores post.

El costo de no decidir

Posponer una decisión puede resultar en costos de oportunidad, gastos innecesarios y pérdida de eficiencias clave para sobrevivir en un entorno competitivo. Es importante preguntarse: ¿Cuál es el costo de no tomar esta decisión?

Experimentación y toma de decisiones

En un mundo ágil, la experimentación es fundamental para validar ideas y tomar decisiones informadas. Eric Ries, autor de Lean Startup, enfatiza la importancia de "Just do It" tomando el lema de Nike, en lugar de "intentarlo" al corroborar hipótesis y validar incrementos de funcionalidades de nuestros productos.
Ya lo dijo el gran Yoda “no lo intentes, solo hazlo o no lo hagas” a un joven Luke que intentaba sacar su nave del fango.

Productos mínimos viables (MVP)

En el desarrollo de productos, los MVP son cruciales para validar ideas de manera rápida y eficiente. Algunos tipos de MVP incluyen:

* Landing Page Simple: Una página web que describe tu producto o servicio y permite a los usuarios registrarse para recibir más información.

* Prototipo de Baja Fidelidad: Un modelo básico que muestra cómo funcionará tu producto o servicio, pero sin la funcionalidad completa.

* Email Campaign: Enviar correos electrónicos a una lista de personas interesadas para medir su interés en tu producto o servicio.

* Fake Door Test: Crear un botón o enlace en tu sitio web que parece llevar a una función o producto, pero en realidad, al hacer clic, los usuarios ven un mensaje que indica que esa función aún no está disponible.

* Mago of Oz MVP: Simular el funcionamiento de tu producto detrás de escena, como tener personas respondiendo a las solicitudes de los usuarios como si fuera el producto real.

Conclusión

En resumen, en un mundo donde la velocidad y la incertidumbre son la norma, la capacidad de decidir sin demora es fundamental para el éxito del liderazgo. Al superar la procrastinación, adoptar un enfoque ágil y aprender a actuar con determinación, podemos elevar nuestro liderazgo y enfrentar los desafíos con confianza.

¡No lo pienses más, solo hazlo!

Publicado por: Fernando Perla